Compañeras y compañeros:
El 29 de agosto hemos dado un paso más en nuestra lucha social y política, que ha significado definitivamente romper con la pasividad y la aceptación del actual estado de cosas que nos rigen. Ese día 29 de agosto, a lo largo y ancho de Chile en cada pueblo y ciudad, los trabajadores y trabajadoras acompañados de otros sectores sociales y políticos mostraron que nuestro país no está dispuesto a aceptar que se siga imponiendo un modelo injusto, insensible e inhumano de economía neoliberal, que ha concentrado la riqueza y ha llevado a un estado de necesidad y exclusión política y social.
Los esfuerzos realizados por cada compañero y compañera que organizaron nuestra acción sindical y social a lo largo del país, no han sido en vano. Aunque los defensores del modelo y sus voceros no han desaprovechado esfuerzos para distorsionar, descalificar y minimizar, llegando incluso a ofender a los miles de trabajadores que se movilizaron ese día.
Sin embargo, la opinión pública tiene su propia evaluación de nuestro accionar. Vio en cada una de las ciudades pasar las marchas, supo de las asambleas y vio también como en la ciudad de Santiago,
la Alameda a partir de las diez de la mañana empezó a quedar desierta, como el comercio cerró y las empresas se vieron obligadas a aceptar que sus trabajadores regresaran a sus hogares a partir del medio día.
El que quiera seguir afirmando que el día 29 de agosto el país funcionó normalmente, está mintiéndole a su pueblo. Es preferible reconocer los hechos que recurrir a la falsedad.
Dijimos que Chile a partir de este hecho no sería el mismo. Pero algunos no entienden o no tienen la capacidad para comprender de que se trata nuestra afirmación. A pesar de todo el silencio impuesto durante años, la prensa ha estado obligada a abordar el tema laboral. Los distintos sectores sociales y políticos aun debaten estos temas, incluso los sectores más reaccionarios de la derecha política intentan tomar iniciativa al respecto.
Quiéranlo o no reconocer, ha llegado un actor social para quedarse. Y el tema de la dimensión social ausente en este modelo económico es parte del debate de la sociedad.
Por ello es que también comprendemos el silencio guardado por las organizaciones de los grandes empresarios y el gobierno. Porque la información acerca de nuestra movilización ha cruzado las fronteras y ha llegado a muchos países donde la riqueza de Chile, el fruto del trabajo de nuestra gente, llega en bienes de consumo. Y hoy en muchas partes del mundo se preguntan qué está pasando en este supuesto paraíso, que parecía ser el ejemplo de paz social y de implementación ortodoxa del modelo.
Esto nos demuestra que somos capaces de, al igual como lo hiciéramos ayer cuando luchamos por recuperar la democracia, enfrentar hoy de forma decidida, organizada y disciplinada la lucha contra la desigualdad, la injusticia y la explotación.
Expresamos nuestro reconocimiento a todos y todas. A los que pusieron letreros y sus lienzos sindicales, a los que portaron las chapitas, a los que corrieron la voz, a quienes se organizaron para manifestarse de distintas maneras, a los que sufrieron el rigor de la represión, a los que marcharon y paralizaron, a todos los que acompañaron esta gran lucha.
Un reconocimiento especial a las CUT Provinciales, que supieron asumir la convocatoria del Consejo Nacional Ampliado, a las organizaciones que decidieron participar y a las personas que de manera individual se sumaron. Ellos son lo mejor de nuestro pueblo y no nos cabe duda que seguiremos luchando juntos para construir una vida mejor para los ciudadanos y ciudadanas del país.
Seguramente se abrirán nuevos espacios para el diálogo. Pero no puede ser un diálogo de sordos o para cumplir ciertos ritos. Deberá ser un diálogo de verdad y para resolver. Reafirmamos que siempre nuestra política, aprobada por nuestras instancias, seguirá siendo “Diálogo y Movilización”.
El Consejo Directivo Nacional Ampliado, se dará cita el próximo 5 de octubre, para precisar los rumbos que nuestra acción sindical tomará.
Felicitaciones a todos y todas, un abrazo fraterno del Consejo Directivo de
la Central Unitaria de Trabajadores de Chile.
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL
CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES DE CHILE
Santiago, 6 de septiembre 2007
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